RATATOUILLE.

 Ratatouille.

La Ratatouille se puede preparar al horno o bien en una cazuela, cocinando las verduras por separado o todas al mismo tiempo, y se puede presentar también de diferentes formas, formando una espiral, por capas de ingredientes… todas se consideran como tradicionales, por lo que cada uno puede hacerla como más le guste. Lo que se mantiene similar en todas las recetas son las verduras que se emplean como base del plato, que son la berenjena, el calabacín, pimiento verde, pimiento rojo y tomate, que se pueden hacer en rodajas, que es lo más habitual, o bien cocinarlas en trozos, siendo entonces más parecido al tradicional pisto español. Todas estas verduras se acompañan de aceite de oliva, ajo y de las conocidas hierbas provenzales, que le dan ese toque de sabor y aroma tan característicos. Hay variantes de la receta tradicional que emplean otros ingredientes adicionales, que pueden ser patata, cebolla, queso, calabaza, carne, arroz, pasta… lo que hacen que el plato sea mucho más completo de lo que ya es. La preparación es sencilla y no tiene mucha complicación. Se cortan los ingredientes en rodajas de un mismo grosor, que no sea mayor de un centímetro, y estos se van colocando en forma de espiral en una fuente para horno, o bien en la misma bandeja del horno formando capas con ellos. Se intercalan los ingredientes para darle un mejor aspecto visual y para mezclar bien los sabores. Las rodajas se han de aliñas con un toque de sal, aceite de oliva, ajos picados y las hierbas provenzales o una mezcla de especias, de forma que todas tomen su sabor. 

Una vez listas las verduras, se hornean durante una media hora para que queden pochadas y tiernas a la hora de comer. Es un plato que es mejor dejar reposar antes de comerlo, por lo que recomendamos hacerlo siempre con antelación, ya que con el paso de las horas el sabor será más intenso. Se puede servir en caliente o frío, de hecho es un plato que en Francia se consume más en verano. Y sirve como un plato propiamente dicho o como guarnición acompañando carnes o pescados. Es una receta que merece la pena probar.